Masaje: el contacto nutritivo entre tú y tu bebé

Masaje: el contacto nutritivo entre tú y tu bebé

Masaje: el contacto nutritivo entre tú y tu bebé

 

 

¿Te imaginas un recurso que te sirva para aliviar los cólicos de tu bebé, ayudarlo a relajarse, estimular su desarrollo y formar un vínculo más estrecho contigo? Pues ese recurso está literalmente al alcance de tus manos, es gratuito, es sencillo y es intuitivo; se trata del masaje infantil.

 

En algunas culturas más que en otras, el masaje ha sido tradicionalmente una manera de fortalecer las conexiones entre seres humanos a través del tacto. En India, por ejemplo, el milenario masaje Shantala, exclusivo para los bebés, ha sido transmitido de madres a hijas por generaciones con grandes beneficios.

 

Y desde hace aproximadamente cinco décadas, el masaje infantil se ha expandido por Occidente encontrando además nuevas técnicas pero siempre buscando los generosos beneficios de lo que los expertos llaman el “tacto nutritivo”.

 

Y tú, en la tranquilidad de tu casa, puedes aprovechar esa sabiduría tradicional y el deseo innato de estar en contacto con tu bebé para aportarle maravillosos regalos a ese pequeño ser que anhela ser tocado y contenido con amor.

 

Marcela Camacho, creadora de Amor Con Tacto, es pedagoga y fue certificada en masaje infantil por la International Association for Infant Massage, una agremiación creada en los años 70 y basada en una combinación de masaje sueco, masaje hindú, yoga y reflexología.

 

Pero por encima de todo, Marcela es madre de Luciana, de 10 meses de edad, con quien ha vivido la experiencia del masaje en su propio hogar. “Para mi ha sido una experiencia maravillosa, al igual que para mi esposo. El masaje nos ha permitido establecer un vínculo fuerte y ha hecho que Luciana tenga un apego seguro y la certeza de que en nosotros encuentra contención, consuelo, amor y respeto”, comenta Marcela.

 

Según explica la experta, el masaje promueve el tacto nutritivo entre padres y bebés. Esta proximidad les ayuda a papás y mamás a entender mejor las señales de sus hijos, a descifrar los tipos de llantos y a ser más asertivos a la hora de responder a sus necesidades. “Lo que busca el masaje es que papá y mamá -o el cuidador principal que esté a cargo del bebé- se convierta en el mayor experto en su bebé; que los padres se sientan empoderados totalmente frente a la paternidad y la maternidad”, expresa Marcela.

 

La razón por la que el masaje es tan poderoso es que a través del tacto amoroso, los bebés se sienten acogidos, protegidos, amados y los efectos de ello son invaluables y han sido constatados por infinidad de estudios. “Por ejemplo, los padres aprenden a descifrar la comunicación no verbal y pre-verbal del bebé, cuando éste los mira, les hace un gesto o inclusive cuando empieza a emitir algunos sonidos como reacción al ofrecimiento del masaje que le están haciendo papá o mamá”.

 

Como cada masaje debe comenzar con la solicitud verbal de permiso por parte del papá o la mamá al bebé, se generan unas bases de respeto muy importantes pues desde muy temprana edad el niño, al ser consultado sobre lo que se va a hacer con su cuerpo, así no pueda aún hablar, aprende que merece respeto y que tiene autonomía y derecho a decidir si quiere o no quiere un determinado toque.

 

“Por supuesto, los bebés no expresan esto con palabras, pero hacen gestos que los padres pueden entender, como arquear la espalda en forma de rechazo, desviar la cabeza o la mirada, llorar o directamente, patalear”, explica Marcela.

 

A nivel puramente físico, el masaje beneficia la digestión evitando así los cólicos; estimula el sistema endocrino y linfático mejorando la inmunidad; favorece el sistema vestibular con lo que ayuda a que poco a poco el bebé vaya desarrollando su coordinación y equilibrio. También aporta beneficios musculares, de lenguaje y de desarrollo neuronal.

 

En esta interacción se generan hormonas como la oxitocina y la prolactina, en consecuencia, el bebé se sentirá más tranquilo y podrá dormir mejor. ¡Y todos sabemos que si el bebé duerme bien, los padres duermen bien! “El tiempo del masaje es un tiempo de calidad muy importante no sólo para el bebé sino para el papá o la mamá pues hay mucha intimidad y la es la oportunidad perfecta para valorar que tu bebé es único. Además, los masajes les permiten al papá interactuar de forma más cercana con el bebé o a las mamás que no están amamantando les permite ofrecer ese contacto próximo que no están teniendo en la lactancia”, puntualiza Marcela.

 

Guía simple

 

Esta guía no pretende reemplazar una instrucción formal para la correcta realización de un masaje para tu bebé, pero te dará una idea de lo que puedes practicar en casa:

 

  1. Busca un momento tranquilo para el masaje. El bebé no debe estar ni muy agitado, ni muy adormilado. Debe estar despierto, de buen humor, atento y ni muy lleno ni muy hambriento.
  2. Ubícate en un lugar cálido de la casa, donde el bebé no se enfríe rá Lo mejor es sentarse en el suelo sobre un mat cómodo. Abres tus piernas y junta tus pies en forma de círculo y en medio de éste acuestas a tu bebé sobre la espalda, mirándote a ti.
  3. Debes usar productos naturales para realizar el masaje, que no contengan aditivos, sustancias químicas ni aceites minerales porque tienden a obstruir los poros. Las cremas hidratantes de Ecotú son ideales para esto ya que contienen aceite de almendras, cera de abejas, manteca de karité y extracto de quinoa.
  4. Después de que has determinado que el momento es apropiado, le ofreces al bebé el masaje, colocando un poco de crema en tus manos, las cuales debes frotar frente a él y preguntarle ¿quieres que te de un masaje?
  5. Tu bebé mostrará su entusiasmo frente a este gesto si ya sabe lo que significa y si quiere que prosigas. Cuando es muy pequeñito, le explicas lo que vas a hacer y empiezas el masaje si tu bebé se muestra a gusto. Tal vez, te mostrará que no está en disposición, tras lo cual debes acatar lo que él bebé Esto es importante para formar en tu bebé la noción de autonomía sobre su cuerpo que será vital durante la primera infancia.
  6. En cuanto a las técnicas de masaje, si quieres aprender formalmente puedes asistir a un curso o documentarte a través de libros y videos. En síntesis, en los masajes para bebés no hay maniobras complicadas ni toques demasiado fuertes. Simplemente debe ser una forma natural de caricia lo cual es muy benéfico tanto para bebes que aman ser tocados como para aquellos que tienen dificultad en aceptar el tacto.
  7. El masaje no debe ser demasiado largo, pues queremos que el bebé se sienta relajado y que quede con una sensación de querer un poco más en lugar de estar cansado de la actividad. Todo el tiempo del masaje, aprovecha para hacer contacto visual, para explicarle lo que haces, para nombrar las partes de su cuerpo, para nutrirlo amorosamente con palabras o con una linda canció

 

 

Paso a paso

El masaje Shantala, tradicionalmente realizado por las mamás a sus bebés en India y hoy en día en muchas regiones del mundo, tiene estos puntos básicos:

 

  • Puedes empezar por su carita, haciendo leves toquecitos con las yemas de los dedos por su frente y mejillas. Luego puedes usar tus dedos pulgares para “trazar líneas” simultáneas desde el centro de la frente hacia las sienes.
  • Después puedes hacer el mismo tipo de trazos, del centro al exterior de la cara, en las mejillas.
  • Puedes masajear el lóbulo de su oreja, tomándolo entre tu pulgar e índice y haciendo pequeñas presiones continuas.
  • El pecho no se masajea, solamente trazas con la palma de tus manos abiertas unas líneas en diagonal desde las ingles hacia los hombros contrarios, en forma de equis.
  • Luego puedes hacer un pequeño masaje en forma circular en sentido horario, muy delicadamente, sobre el abdomen para estimular su sistema digestivo y aliviar los có Con este mismo fin puedes doblar sus piernas sobre el estómago del bebé y hacer una presión delicada.
  • Continúas con las extremidades: tomas cada brazo alrededor de tu dedo pulgar e índice como haciendo un aro y desciendes del hombro hacia la mano varias veces. Repites lo mismo en las piernas y al llegar a los pies, masajeas sus plantas y cada uno de sus deditos.
  • Por último, puedes poner a tu bebé boca abajo unos segundos para masajear suavemente su espalda y sus nalguitas, mientras él aprovecha para hacer un poco de “ejercicio” sosteniendo su cabeza y cuello erguidos. Si se trata de un bebé muy pequeño, puedes sostenerlo sobre tu brazo mientras “cuelga” sobre su barriga en tu brazo como un miquito colgaría de un árbol acostado sobre su abdomen.

 

 

Guía práctica

 

Amor Con Tacto Masaje Infantil

Marcela Camacho

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